10.000 firmas contra el traslado del rastro
Los vendedores boicotearán el próximo domingo la celebración del mercadillo

Entre 15.000 y 20.000 personas acuden al rastro del paseo de Papalaguinda cada domingo. SECUNDINO PÉREZ
J.J. Porras / LeónEl bullicio del Paseo de Papalaguinda de los matinales domingueros pudo tener ayer su último capítulo tras 14 años de historia del rastro en esta ubicación. El buen tiempo acompañó a este ‘último’ rastro. El “bueno y barato”; “¡Qué liquidamos!”; “Dos por tres” o el “señora si lo pongo más barato marcho pa’ casa” se trasladará a partir del próximo domingo a los aledaños del estadio Reino de León, al espacio que ocupaba el antiguo desguace Clarés, o quizás no. Contra esta ubicación luchan desde que se conoció la noticia del traslado los 400 vendedores ambulantes que cada domingo instalan sus puestos en el Paseo de Papalaguinda, que a partir de mañana será objeto de obras de rehabilitación de la mediana que une este Paseo con la avenida de Facultad Veterinaria. Un proyecto que se incluye en el Fondo Local de ZP y que cuenta con una inversión de 380.000 euros. Para evitar este traslado los vendedores han recogido en el último mes unas 10.000 firmas entre los comerciantes, hosteleros de la zona y usuarios del rastro. Unas rubricas que el Ayuntamiento no da validez pero que serán entregadas en el registro municipal.Además de la recogida de firmas los vendedores han organizado movilizaciones de protesta que se iniciarán el próximo domingo en la nueva ubicación. “No habrá rastro, nos negamos a instalar nuestros puestos en Clarés, donde no caben tan si quiera los vehículos, les demostraremos que el rastro y las obras son compatibles en un día en el que la maquinaria está parada”, anunciaba ayer el presidente de la asociación gitana Garapatís, Ricardo Torres.“Nosotros iremos donde nos diga el Ayuntamiento siempre que nos garantice la vuelta a Paplaguinda una vez finalicen las obras, algo que no nos garantizan”, explica Torres. Un sentir mayoritario ayer entre los vendedores, que secundan esta opinión y las movilizaciones planteadas, entre las que se encuentra la manifestación-concentración convocada para el próximo domingo en la plaza de Guzmán.Así, durante el rastro de ayer no eran pocos los que se quejaban amargamente de la incomprensión municipal, “tan si quiera nos han querido oír las alternativas que les hemos planteado”, aseguraba uno de los vendedores del mercadillo de antigüedades. Unos de los más afectados ya que en la nueva ubicación no se les ha reservado un espacio.En este sentido, Torres recordó que “somos un colectivo que tenemos nuestra dignidad y pagamos nuestros impuestos, sólo al Ayuntamiento entre todos los vendedores del rastro se abonan más de 200.000 euros en concepto de licencias. Merecemos un mejor trato o que al menos se nos escuche”.
http://www.la-cronica.net/2009/05/04/leon/10000-firmas-contra-el-traslado-del-rastro-34445.htm