El Ayuntamiento alega que se trata de una decisión de cada vendedor
Alfonso Martínez / LeónVillaobispo se perfila como una de las posibles ubicaciones del tradicional rastro que abandonaría así el término municipal de León tras cinco semanas sin celebrarse debido a las profundas desavenencias entre los 400 vendedores y el Ayuntamiento sobre el traslado a la explanada de Clarés.Así lo anunció ayer el alcalde de Villaquilambre, Lázaro García Bayón, quien mostró su disposición a que el mercadillo dominical se mude al alfoz. En este sentido, el regidor leonesista explicó que el pasado lunes mantuvo una reunión con los representantes de los vendedores, que le plantearon la posibilidad de montar sus puestos en el municipio.Tras elevar el asunto a la Junta de Gobierno, en la que el PSOE se abstuvo, la mayoría del equipo de gobierno optó por estudiar la propuesta, hasta el punto de que los comerciantes han evaluado ya algunas ubicaciones concretas con la Policía Local del municipio deVillaquilambre con el objetivo de no perturbar la vida y la circulación en la localidad de Villaobispo. Concretamente, los vendedores –que ya anunciaron el pasado miércoles contactos con el alfoz tras reunirse en asamblea– se decantarían por una zona próxima a la casa de cultura y a las piscinas municipales, según García Bayón.Aunque el acuerdo no está cerrado, el alcalde se muestra dispuesto a modificar la ordenanza municipal de mercados ambulantes para adaptarla al rastro. “Creemos que no generará ningún tipo de problema y que servirá para revitalizar la actividad comercial en Villaobispo”, aseguró.Mientras, el Ayuntamiento de la capital no ha querido emitir valoración alguna sobre la posibilidad de que el rastro cruce los límites de la ciudad con destinó a su área metropolitana. Fuentes municipales aseguraron a este periódico que se trata de una decisión “empresarial” de cada uno de los 400 vendedores del rastro, por lo que no han entrado a evaluar las “decisiones” de otros municipios.El pasado domingo, la ciudad de León vivió su quinta semana consecutiva sin el tradicional rastro que hasta entonces servía como punto de encuentro para 400 vendedores y más de 10.000 leoneses que acudían a pasar la mañana y a buscar alguna ganga.Fue el tres de mayo cuando Papalaguinda acogió la última edición de este mercado. Después de 14 años, las obras de remodelación de la mediana que separa esta ubicación de la avenida de la Facultad sirvieron como pretexto al Ayuntamiento para ordenar su traslado a las inmediaciones del estadio de fútbol, en la explanada donde se ubicaba el desguace de Clarés.Esta decisión ha desatado un enconado enfrentamiento entre los comerciantes y el equipo de gobierno municipal, que mantienen la firmeza de sus posturas.El equipo de gobierno ha defendido desde el primer día la conveniencia de la nueva ubicación. En este sentido, se ha prestado a negociar y poner en marcha las mejoras que los vendedores consideren necesarias en el desguace de Clarés, aunque no ha contemplado una nueva ubicación.Mientras, los comerciantes siguen sin montar sus puestos en esta zona al considerarla insalubre y algunos de ellos se han trasladado a los mercados de Astorga y Santa María del Páramo.